¿Qué es un infarto silencioso?

Este tipo de infarto puede causar cicatrices en el miocardio

Ataque al corazón, ilustración conceptual
 KATERYNA KON/SCIENCE PHOTO LIBRARY/Getty Images

El ataque cardíaco silencioso, que afecta a una de cada cinco personas con infarto, se denomina así porque no da síntomas o son síntomas muy leves que casi no se sienten.

El infarto agudo de miocardio se produce cuando muere una zona del músculo del corazón. Esta necrosis está causada por la falta de riego sanguíneo por espasmo o bloqueo de las arterias coronarias y puede afectar a la capa de debajo del endocardio (subendocárdica) o a todo el miocardio.

Cuando se produce un infarto agudo de miocardio silente aunque pase desapercibido puede causar cicatrices en el miocardio, la capa más gruesa del corazón, que está formado por células musculares cardíacas (miocitos). Casi todos los infartos ocurren en el ventrículo izquierdo debido a su mayor demanda de oxígeno y al mayor grosor de su pared, el 15% afectan a los dos ventrículos y solo un 3% al ventrículo derecho.

Los expertos apuntan que el 70% de los pacientes que mueren de muerte súbita repentina tenían este tipo de cicatrices en el corazón.

Síntomas del infarto silencioso

Aunque los síntomas más frecuentes de un infarto son el dolor en el pecho, un síntoma común con la angina de pecho, y disnea o fatiga unos días antes, puede que no siempre se manifiesten de esta manera. Es frecuente, en retrospectiva, que se recuerde un corte de digestión o un mareo.  Es lo que se conoce como infarto agudo de miocardio silente. Este tipo de enfermedad coronaria es más difícil de detectar ya que es posible que produzca sin los síntomas que pueden alertarnos de que estamos sufriendo un infarto.

Diagnóstico del ataque cardíaco silente

El electrocardiograma (ECG) y algunos análisis de sangre especiales que miden las concentraciones de enzimas cardíacas son las pruebas de diagnóstico que ayudan a detectar un infarto agudo de miocardio. El ECG mostrará el tamaño y la localización de la lesión del músculo cardíaco. Las enzimas cardíacas están en el interior de las células del corazón que al morir se liberan en la sangre. Unas aparecen unas horas después y otras después de unos días. Su presencia confirma el diagnóstico de infarto de miocardio.

Aunque tradicionalmente este tipo de ataques de corazón se suelen diagnosticar algún tiempo después mediante un electrocardiograma, un estudio reciente sugiere que los ECG de rutina solo detectan un porcentaje bajo de ataques cardíacos silentes. Obviamente son más fáciles de detectar los infartos de mayor extensión que dejan una mayor alteración del electrocardiograma y más difíciles de diagnosticar los de menor afectación que pueden pasar desapercibidos.

La investigación, publicada en la revista Journal of the American Medical Association y realizada entre más de 1.800 personas de 45 a 84 años, mostró que el 8% de los pacientes tenían cicatrices provocadas por un ataque cardíaco, de los cuales el 78% no se habían detectado anteriormente.

El estudio, dirigido por David A. Bluemke del Instituto Nacional de Imágenes Biomédicas y Bioingeniería en Bethesda (Maryland), examinó la prevalencia de la cicatriz miocárdica mediante resonancia magnética cardíaca capaz de detectar lesiones pequeñas.

Complicaciones del infarto agudo del miocardio

Las principales complicaciones de un infarto son las arritmias, la insuficiencia cardíaca, el shock cardiogénico, la pericarditis e incluso la muerte súbita. Pero la supervivencia después de un infarto es cada día más alta, debido a los nuevos avances en la medicina.

Un ataque cardíaco es una emergencia médica por lo que es muy importante acudir a un centro médico ante los primeros síntomas o cuando hay sospecha de infarto por historia familiar o enfermedades asociadas (diabetes, hipertensión etc.)

La buena noticia es que muchos infartos se pueden prevenir. Para  ello, los cardiólogos aconsejan llevar un estilo de vida saludable que incluya la práctica diaria de actividad física y una dieta equilibrada y variada, baja en grasas saturadas, azúcares y sal y evitar la obesidad. Hay que eliminar factores de riesgo como el tabaquismo, controlar los niveles de colesterol en sangre, vigilar la hipertensión arterial y ser estricto con la diabetes. Hacerse un chequeo médico rutinario es aconsejable sobre todo si se tiene un trabajo estresante o una historia familiar de problemas vasculares.

Referencias:

Turkbey EB, Nacif MS, Guo M, et al. Prevalence and Correlates of Myocardial Scar in a US Cohort. JAMA. 2015;314(18):1945-1954. doi:10.1001/jama.2015.14849.

Stuart Ira Fox. Editorial McGraw Hill. Interamericana. 2003. Lo esencial en Sistema cardiovascular-Curso Crash. Toby Fagan, Romeshan Suntharreswaran.